18 dic 2012

Llorar

Joven y bruja con linterna, en la noche y abrigadas, entrando en el parlamento abandonado.

 ¿De verdad es usted consciente del peligro que corremos entrando en Lugar Abandonado 1 a esta hora? Y sin permisos.
 Soy muy consciente. Más de lo que debería.
 Lo intuyo en su hablar. Rezuma cobardía por sus jóvenes poros: no engaña a nadie.

Las dos dentro, en la oscuridad.


 Dígame: ¿cree usted en los fantasmas, Joven 1?
 Creo más en los marcianos y en el paro. Pero le tengo a todo más o menos el mismo respeto.
 Que es ninguno, imagino, ¿cómo puede orinarse en este sitio lleno de almas en pena atrapadas? Huele desde aquí.
 Estoy orinada.
 No lo jure.
 Lo siento. Es que está muy oscuro y con esa linterna solo enfoca a las zonas que yo considero terroríficas.
 ¿Se refiere por ejemplo a esa mecedora del siglo XVI con esa casual Ana Botella en pena, desnuda, meciéndose sobre ella?
 ¡¡Aah!! orín—. Apáguela.
— En la oscuridad habita la terror.
 ¡Pues enfoque al suelo!
 Es que el suelo es de cobardes.
 ¡¡Me voy por la puerta!!
 Mejor.

16 oct 2012

Zoológica

Señora disfrazada de Batman y otra vestida normal.

 María Jesús, ¿pretendía ser graciosa? Dígame.
 ¿Y Robin? –risas– No, no sé de qué me habla, vecina, lo siento.
 Baje el tono y el sarcasmo.
 Los tengo ya bajos, desde luego más que su arrogancia.
 Pues los baja más, no vaya a ser que me vuelva yo aquí loca y pague usted la consecuencia.
 Está ya loca de antes, vecina. Y dígame ya qué le pica, que llevo un poco de prisa.
 No se haga la pánfila atenazándole el brazo y enseñándole un trozo de cartón atado a una cuerda. Sé que en algún momento de la mañana ha cogido mi iPad y ha borrado todas las películas que había. A maldad. 
 Está usted muy sola, Josefina, sin hobbies ni nietos que la entretengan. Es muy normal que le de tiempo a inventarse esa cosa y mil más. Y si por usted fuera yo sería la responsable de la mayoría de sus males. Aparte, eso no es un iPad, es un cartón.
 Yo tengo lo que yo quiera. Y usted es Hitler –la deja ir–.
 Vale –yéndose–. ¡La cita con su psiquiatra es a las cuatro de esta tarde! Recuérdelo. Un saludo.
 ¡No invente tanto y tenga cuidado al salir! Antes me atacó una cebra.

19 sept 2012

Habilidades.

Señora enjoyada y apestando a laca Nelly baja por las escaleras de su piso. En el zaguán y frente a la puerta que da a la calle se encuentra, fregona en mano, a su peor enemiga. Se para.

– Claudia.
– Hola.
– Quiero pasar.
– Está mojado.
– Ya veo.

Relativo silencio. Suenan abalorios de plástico rozándose entre sí.

– Es que estoy limpiando, por si no lo ves.
– Lo veo, te digo. Sé ver.
– Eso es fascinante.

Silencio total. La que limpia crea una península de suelo seco por la que salir, y sale.

– Eres muy hábil con el mocho. Tanto incluso como con los chismorreos.
– Lo sé.
– Has estado practicando todos estos años. Se nota –intenciones–. Eres brava.
– Me vas a contar lo de Pepe –con la fregona amenaza con mojar el trozo de suelo seco–. Hace mucho que no sé de él y huele a cadáver desde aquí.
– En otro momento –pega un carrerón hacia la puerta pero la otra moja el suelo. Ambas quedan atrapadas–.
– Me lo vas a tener que contar, María Jesús. No tienes escapatoria.
– Voy a subir porque me he dejado de casualidad el gas abierto –empieza a subir casi corriendo–.
– ¡Algún día descubriremos qué has hecho con tu marido! ¿Me oyes? ¡Pronto!

13 sept 2012

Los tasis.

Señora de 85 años, a lo sumo, disfrazada de Elena Anaya en La piel que habito, entra violentamente en un taxi ya ocupado con un gato muerto en la mano.

Disculpe, ¿se puede bajar? GRACIAS –la intrusa amenaza al señor que ya estaba montado en el taxi con un tacón afilado–.
– ¿Pero qué hace?
Ahora estoy yo montada, ¿ve qué cosas? ¿Me puede dejar en mi casa? –tos– Llevo mucha prisa –más tos-.
– Dónde.
En la calle 104.

1 sept 2012

Atraccién fatal.

- Dos segundos antes de habérsele imantado la cara y tres después de aquello, a tu amiga le entró como prisa y empezó a caminar un poco más rápido. Quizá es que realmente la situación lo requería: en ese período crítico cuarenta hombres, todos con iguales intenciones y similar apariencia, empezaron a rodearla como si fueran abejas y ella néctar, como si mosquitos y ella sangre o luz; como si Marte y ella Sol. Tu amiga, creo que sola y aparentemente sin necesitar mi ayuda, se deshizo de trece. Otros dos la amaron, cinco la acusaron de falsa diosa y se marcharon, uno le hizo una foto y dos la fecundaron. Otro la penetró sin éxito. El resto se desvaneció con los ácaros y el polvo y al poco ella murió, ¡es que parecía necesitarlo! Los bebés nunca crecieron, claro. Yo luego he venido a contártelo porque me parecía muy fuerte.
- Vaya jaleo.
- Pues sí.

Fiesta de disfraces.

- Deme cuando pueda todo el dinero de la caja, por favor.
- ¿Por qué me habla de usted si me está atracando?
- ¿Qué cositas, eh? ¡A prisa! A prisa, por favor, venga.
- ¡A prisa, a prisa...! ¿Se ha dado cuenta de dónde lleva la pistola? ¡Es usted graciosísimo! ¿Y esa braga ladeada?
- A ver cómo le explico. Voy a matarla con fuerza a usted y a ese perro de ahí como no me dé todo el dinero de la caja ahora mismo.
- ¡Qué prisas! Y qué dinero. Venga, intente coger el dinero de la caja y verá... ¡no hay nada!
- No me haga querer y tener que vaciar el cartucho en su sesera y dese prisa.
- No tiene pintas, ni por bueno y por feo, de hacer eso. ¡Ni de pensarlo! -risas- Y baje el arma ya, que está haciendo una poquita el ridículo.
- Me estoy poniendo nervioso y voy a tener que irme de aquí antes de hacer alguna locura -se quita la braga y baja la pistola-.
- La locura ya la cometió queriendo atracar esta panadería de barrio, señor mío.
- Cállese ya y me ponga esas tres barritas.
- ¿Crujientitas o blancas?
- Lo mismo me da.
- Pues se va a tener que esperar como un cuartito de hora porque esas tres que está viendo son de Rafi, que se pasará en poco a recogerlas.
- La gracia que le va a hacer a Rafi cuando venga tener que esperar "un cuartito de hora" -remeando, vuelve a sacar la pistola y apunta a la cabeza de la tendera-.
- ¿Qué quiere decir? Es que soy lenta.
- Que me las dé.

Viene Rafi por la puerta, muy arreglada, cantando algo que habría escuchado esa mañana. Ve el panorama pero cree darle igual porque hoy venía cantora.

- Holi.
- Hola, guapetona.
- Me espero.
- No, no. ¡Este señor está esperando a que termine de hacerse el pan! Y habré puesto el horno hará un "cuartito de hora" -le guiña el ojo al atracador-.
- Como ya te he dicho, Lourdes, me puedo esperar un ratito porque hoy vengo bastante cantora -canta más alto-.
- Yo en realidad ya me iba -bajando el arma-.
- ¿Qué es usted? ¿Viene de una fiesta? ¿Y esa pistola?
- Sí.

4 ago 2012

La joven opaca, lisa y brillante.

— De entre toda la gente que podría haber sido, de cuanta gente conozco, ¿por qué ella? No me viene bien... ¡ni me interesa!
Te puedo hacer una relación.
— A ver.
Atento: ella tiene la piel bastante suave, ¿no?
— Mucho. Muy suave y lisa y clara. Muy lisa.
Pues peor me lo pones. Ya sé que físicamente sí, ni dudas tengo, pero... ¿te atrae químicamente, además?
— Eso ya no lo sé.
Pues yo te ayudo. Solo te digo que las superficies muy lisas y brillantes tienen una cualidad y sé que sabes de cuál hablo.
— Eso es mentira.
No porque no sé mentir: estoy hablando de la reflexión. Id a un parque y acércala a un árbol. Verás que desde su cuello, por ejemplo, podrás ver ese árbol reflejado. Y desde sus manos, y desde su cara, y desde sus rodillas (si las tuviera descubiertas). El árbol.
— No puedo creerte y sé por dónde vas.
Y tú, que no eres pequeño ni mucho menos, cuando te acercas tanto a esa chica puedes verte reflejado en ella. Por eso te gusta tanto. Por eso mismo.
— No.
Fin: o tu amiga es un espejo y no lo sabías o estás enamorado de ti mismo. Y eso es muy parecido.
— Solo es que me siento identificado.

17 jul 2012

Las pastillas.

Reunión en casa de la loca.

- ¿Cómo se encuentra?
- No sé, lleva días sin hablar. Pensaba que iba a mejorar...
- Al igual ha mejorado y no lo sabemos.
- Callaos, ahí viene. Sonreíd.

Una persona sin alma entró en la habitación.

- Guapa, siéntate por ahí, por donde puedas.
- Pero si esta es mi casa. Encontraré sillas.

- Hemos venidos a animarte.
- Habla bien.
- ¡Fuera, fuera! ¡¡¡Ah!!! Amigos.
Y mi móvil. Dónde está.
- Lo tienes en la mano.
- Tranquilízate. ¿Quieres que salgamos a dar una vueltecita?
- Eso.
- ¡Al parquecito, guapa!
- Al parque no.
- ¡Fueras! Agfhd.
 

La Loca se desvaneció en el suelo después de marcar en su móvil un número. Revuelo general.

- Cogedla, ¡sostenedla! La cabeza.
- Ha sufrido otro ataque.
- ¡¡Pero ataque de qué!!
- ¡Que le sostengáis la cabeza!
- ¡Las pastillas!
- ¡Qué pastillas!
- Está enamorada -música extradiegética como de resolución y aparente calma entre los encalomados-.
- Las pastillas están en la cocina.
- ¿Qué?
- Eso. Está enamorada, no correspondida y se le han anulado los sentidos. Ahora no sabe hacer nada por su cuenta. Y esto, concretamente, es un ataque.
- ¿Ataque de pringadez? ¡¡Las pastillas!! Mi amiga.
- ¿Ataque de qué?
- El amor la ha dejado en este estado... ¡pero es nuestra amiga y debemos salvarla!
- ¡Está tonta!
- Es tonta -se levanta dejándola caer y su cabeza choca contra la mesa-. ¡Vamos al parque, sin ella!
- Las pastillas. Callaos.
- Hola.

26 jun 2012

Mansiones y criadas

Señora artificial en cuerpo de joven vestida de diamantes. Gafas de sol de diamantes también. Le habla inmóvil al sofá de su casa.

- Qué está sucediendo, Eugenia. Vengo del baño principal y parecía la cocina. ¿Qué me está queriendo trasmitir con tal despropósito? ¿Quiere que le suba el sueldo? … Está la casa muy sucia y yo no puedo vivir así. ... Me ahogo, ¿me oye? ¿Por qué no me oye? Respóndame.

La rica se dirige llorando al teléfono y llama.

- ¿Dónde está? Estoy hablándole pero no me responde. Estoy llorando un poco.
- Señora, hoy es lunes
- ¿Y por qué no viene? ¿No le viene bien?
- ¡Porque los lunes no me toca! Me pasó usted calendario con los días y las horas.
- ¡Pues rómpalo y venga para acá muy rápido! Me ha atacado la jirafa cuando quería entrar en la sala de invitados. Cúreme.

23 jun 2012

Puntilla Pitt

- Dígame su nombre completo y DNI, por favor.
- Angelita Bonita. 69696969X. Soy actriz, ¿sabe? Me reconocerá de películas como Señor y señora López. Soy la guapa.
- Ya veo. Espere un segundo que le confirmo los datos.
- Vale.
- Ese DNI corresponde a una cuenta conjunta que tiene con el señor Puntilla Pitt, ¿me equivoco?
- Ahá.
- Si quiere retirar todos los dólares tengo que saber su DNI también.
- No me ha entendido: voy a sacar el dinero yo sola.

26 may 2012

Yerbabuena

- Hola Mari.
- Qué pasa, hija.
- Aquí, que vengo de la clase de inglés.
- Anda, y cómo te va.
- Bien.
- Pues a mí me dijo el otro día mi nieta que te vio el martes o el viernes hablándole a mi maceta de hierbabuena desde muy cerquita.
- Oh my god, she's such a liar!
- A mí me hablas más sencillo.
- Que desde que sé inglés solo quieren poneros en mi contra... como ahora soy la más internacional... Además, bastante hierbabuena tengo yo ya como para ir robándola. Y encima a ti.
- Fuera, fuera ya, que me aburres.
- Bye.

10 may 2012

Teleléfonos momóviles

- Hola, quiero un teléfono.
- Bienvenida. ¿Tiene preferencia por alguno en especial?
- Yo con que empiece por seis me conformo. ¡Ah! y que sea de tarjeta. Y rosa.
- ¿Querrá internet? Mire, tenemos una nueva tarifa la mar de baratita con la que...
- ¿Me guasea? Yo lo que quiero es un teléfono para hablar y que me hablen. Y si es posible lo querría hoy.
- ¡Pero ahora por solo cinco euros a la semana va a poder estar conectada a internet de forma ilimitada*!
- Eso es lo que gastaría al mes... Mire, déjelo: me voy a la tienda de al lado.
- ¡¡No, espere!! Tenga esta rosa de consolación.
- Es roja.
- ¡¡Pero es rosa!! Como el teléfono que quería.



* Es mentira.

11 abr 2012

Peajes.

   Señora disfrazada de gorila con bolsa de Decathlon, subiéndose al 29.

- Perdone, ¿esto para en Europa del este?

   El autobusero ríe.

- ¿Me vacila? ¿Me podría avisar cuando llegue a Polonia? Mi hijo vive allí ahora.
- ¿Polonia? Mira, mi autobús para en el Prado así que si quieres te aviso en San Bernardo y ya de ahí te coges el tren a donde quieras.
- Verá, no me ha entendido -saca un harpón cargado y le apunta a la rodilla-. Yo ahora voy a dormir mucho y me va a despertar conforme vayamos entrando en Polonia. No se preocupe por el importe de los peajes, los pagaré yo.

13 mar 2012

Primera sesión.

– Dígame qué le ocurre despacio y tranquila, pero ante todo intente comenzar por el principio, por favor, ¡si es que lo sabe con certeza!
– Es muy obvio que voy a empezar por el principio, ¿no?
– ¿Por qué obvia esto último, señorita?
– Hombre, no sé, teniendo en cuenta que las historias suelen empezar por el principio... pues lo he obviado porque era obvio. Yo.
– No siempre es así, ¿eh? No siempre. Además, en los casos de egocentrismo como el suyo, los pacientes vienen muy nerviosos y comenzando siempre por lo que mejor recuerdan. Y lo que mejor recuerdan no es siempre el principio, ¿me entiende?
– Usted mismo lo ha dicho: LOS PACIENTES vienen muy nerviosos, y yo no soy ninguna paciente. Yo estoy aquí obligada, yo he venido obligada a sentarme en este sofá con usted, obligada también. Obligada. Yo no soy ninguna loca. Yo. Además, así me ahorro dos horas de clase al día, ¿me ha entendido usted a mí ahora? A mi persona, a la mía –señalándose la sien–.
– Perfectamente –anotando–. No ha perdido todavía el habla. Razona por sí misma, aún.
– ¿Hola? Susurraba sus notas, lo he oído todo. Yo.
– No se preocupe, no es nada. Sin embargo yo sí que me preocupo. Me preocupo al pensar en que se siente usted obligada a venir aquí, pero se equivoca de cabo a rabo, señorita.
– Natalia.
– Natalia. Pues eso, que tanto es así que puede levantarse y abandonar la habitación cuando plazca. ¿Ahora mismo? Pues ahora mismo –con un mando a distancia hace aparecer pinchos y fuego de la puerta–.
– Policía.
– Policío.

25 feb 2012

Denuncias.

-Mire, Francisca, yo he venido en estas horas tan intempestivas de la madrugada...
- Son las cuatro y cuarto de la mañana, María Jesús... qué quiere.
- Eso, que solo venía a preguntarle que si tenía jarabe para la tos. Me ha dado un ataque, estoy malísima -finge toser dos veces pero no se lo cree ni ella-.
- Usted no está enferma, ¿se cree que nací ayer?
- ¿A qué se refiere, Paca, querida? Yo a usted le tengo respeto. Deme lo que sé que tiene en la cocina –la aparta y consigue entrar, pero la otra la frena. La drogadicta habla desde el suelo-.
- Está usted fuera de sí, le recomendaría que fuera a una clínica.
- A una clínico. ¡Jarabe, jarabe te digo! ¡Hija de puta! ¡Ah!
- Váyase a casa. Por su bien.

10 feb 2012

Mundo exterior.

- A la Susana lo que le pasa es que tiene más mundo interior que exterior. Por eso es que le cuesta relacionarse con la gente.
- ¿Qué pollas dices? A esa lo que le pasa es que está loca y ya está.

6 feb 2012

Buenas nuevas.

- Hoy se ha levantado de lo más leviatana, la veo más pilarbardemesca que nunca. Mire qué cara... -sujetándole la barbilla-.
- Suelte, que no estoy tan brava como cree -manotazo-. Espere que vaya al juicio a ver qué me cuentan y me volveré como dices. ¿Quiere garbanzos? Hoy se me apetecen garbanzos.
- A mí no. Y a ver si le traen buenas nuevas... que buena falta le hace.
- Buena falta, sí.

10 ene 2012

Megáfono

Una voz le vino como del lavadero, con mucho reverb.

- Señorita Loli, acuda urgentemente a donde yo quiera.
- ¿Qué broma es esta...? ¿Y esta megafonía? Mi casa no tiene megafonías.
- Ahora sí. Acuda urgentemente a... la cocina. Acuda a caja dos, mejor. Jajajajajajajajaja.
- Estoy acojonadísima.

4 ene 2012

Indignación.

– Como le decía, consiste en que usted perdería diez kilos en máximo media hora.
– Pues no le veo la lógica. Ni la gracia, vamos.
– Le aseguro que la tiene. La dieta está basada en una técnica revolucionaria maya, algo modificada, en la que gracias a la ayuda de sierras y dagas usted va a sentirse más ligera y en cosa de minutos. ¿Brazo o pierna?
– ¿Técnica revolucionaria? De qué –con despecio tira un jarrón de la mesa del despacho–. Me devuelve el todo dinero de la consulta. Estafa.
– Todavía no me ha pagado.
– Mejor.