9 ago 2011

Me aburre.

Una tienda de vinilos. Una señora con dos gafas de sol y una pamela buscando falsamente entre las novedades nacionales.

- Canciones de un minuto es el futuro -dirigiéndose al hombre que tenía enfrente: gafapasta, bigotazo y cuadros.
- ¿Perdone?
- Tal y como me está oyendo -rebuscando con una velocidad preocupante entre los vinilos-. Las canciones que duren más de un minuto, en un futuro muy cercano, estarán mal vistas.
- Para empezar yo no veo la música. Y para terminar... no la conozco.
- Ah, ¿no es un empleado de esta tienda? Si no es así, usted me aburre.
- Qué va, son ellos dos. Los de detrás del mostrador, ¿ve?
- Imaginé que eran ellos -tira cuatro vinilos al suelo de la velocidad que ha llegado a coger buscando, sin mirar-. Es más, me dispuse a hablar con el de verde, pero es que soy -se queda mirando al infinito y después de un silencio relativamente corto se pone otra gafa- ¿Le gusta a usted Merche? Va a ser versionada por Pitbull.
- Genial.
- La pena es que va a durar cuatro minutos la canción. Cuatro minutos es demasiado.
- No me gusta Merche.
- Ama usted a Merche a escondidas, que lo sé. Y amar a un artista a escondidas es duro.
- No será tan duro cuando es mentira. Y deje de tirar música al suelo si no va a comprarla, por favor.
- Todo esto del suelo voy a llevármelo a casa, qué cree, ¿que estoy loca? -sale corriendo sin recoger nada.